Años noventa, España post-olímpica. Los destellos producidos por la exposición universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona dan paso a una crisis que hasta hace poco fue incluso más dura que la actual. El paro superaba ampliamente el umbral del 20% en un momento en el que la España franquista todavía estaba fresca y el ingreso en la Comunidad Económica Europea (ahora Unión Europea) se había producido unos pocos años antes. Eramos --ahora sí-- un país con un Estado del Bienestar más joven, menos musculado, sin un periodo de bonanza detrás.
Mario Conde era el hombre de moda. Joven, meteórico y rico, en cierto sentido representaba un salto hacia adelante en una España que todavía pensaba en blanco y negro. El representante de una nueva generación por fin alineada con el resto del mundo: modernidad, éxito y trajes caros. Aires de Wall Street.
La rumorología --España es un país de rumores-- hablaba de un gobierno de unidad nacional liderado por el joven Conde. El PSOE perdía fuelle y Aznar todavía iba a tardar varios años en llegar a la presidencia del Gobierno. Esta es la fotografía. Y aunque el rumor nunca se cumpliera, Banesto acabara intervenido y el banquero más famoso encarcelado, a muchos les hubiese gustado ver a Conde como presidente. Manuel Fraga entre ellos.
España 2013. La Gran Recesión es ya mucho más dura que la de los años noventa, el paro se acerca al 30% y muchos economistas apuntan hacia la posibilidad de que la crisis termine entrada la próxima década. Mario Conde se ha reencarnado en escritor, agitador de masas y tertuliano de Intereconomía, pero las voces que reclaman un presidente de concentración vuelven a sonar, veinte años después. Se cumple aquello del "eterno retorno".
Las quinielas de quién podría ser el Mario Monti español hace tiempo que se vienen dando en los medios de comunicación: Gallardón, Manuel Pizarro, Almunia, Solana... Pero el verdadero riesgo, en opinión del que escribe, es que España caiga en la tentación del populismo. Un salvapatrias avalado por las urnas. Un Berlusconi español. De momento, la suma entre PP y PSOE va a la baja.
III. Lectura recomendada sobre Berlusconi: 'La atroz agonía del caimán'.
Mario Conde era el hombre de moda. Joven, meteórico y rico, en cierto sentido representaba un salto hacia adelante en una España que todavía pensaba en blanco y negro. El representante de una nueva generación por fin alineada con el resto del mundo: modernidad, éxito y trajes caros. Aires de Wall Street.
La rumorología --España es un país de rumores-- hablaba de un gobierno de unidad nacional liderado por el joven Conde. El PSOE perdía fuelle y Aznar todavía iba a tardar varios años en llegar a la presidencia del Gobierno. Esta es la fotografía. Y aunque el rumor nunca se cumpliera, Banesto acabara intervenido y el banquero más famoso encarcelado, a muchos les hubiese gustado ver a Conde como presidente. Manuel Fraga entre ellos.
España 2013. La Gran Recesión es ya mucho más dura que la de los años noventa, el paro se acerca al 30% y muchos economistas apuntan hacia la posibilidad de que la crisis termine entrada la próxima década. Mario Conde se ha reencarnado en escritor, agitador de masas y tertuliano de Intereconomía, pero las voces que reclaman un presidente de concentración vuelven a sonar, veinte años después. Se cumple aquello del "eterno retorno".
Las quinielas de quién podría ser el Mario Monti español hace tiempo que se vienen dando en los medios de comunicación: Gallardón, Manuel Pizarro, Almunia, Solana... Pero el verdadero riesgo, en opinión del que escribe, es que España caiga en la tentación del populismo. Un salvapatrias avalado por las urnas. Un Berlusconi español. De momento, la suma entre PP y PSOE va a la baja.
EXTRAS
I. Turbadoras declaraciones del portavoz del PP en el Congreso, Carlos Floriano, asegurando que "la libertad de información tiene un límite". Los límites están recogidos en la Constitución y están a la vista de todo el mundo. ¿Qué necesidad hay de realizar estas declaraciones? Cuidado.
II. La mujer de Bárcenas ganó, sin trabajar, 11 millones de euros. Parece ser que ambos son ases de las finanzas... Muy escondido lo tenían.
III. Lectura recomendada sobre Berlusconi: 'La atroz agonía del caimán'.
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