Vida 'low-cost'

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martes, septiembre 24, 2013
¿Quién decía que en verano no había noticias? 

Estas son algunas de las cosas que nos han pasado durante los últimos meses:

-Nos hemos divertido mucho viendo a Bárcenas en la cárcel

-Hemos alucinado con las piruetas aéreas de Evo Morales

-Dosis habituales de Catalunya-España-Espanya-Cataluña

-Gibraltar ha sido la estrella invitada del periodo estival

-Nos han ido contando que la crisis se acaba y que pronto generaremos empleo*

Vistas algunas de las cosas que han llenado horas, horas, horas y más horas de televisión y páginas de diarios –sobre todo Gibraltar, ese gran asunto del que ya no se habla–, propongo recuperar dos noticias que han pasado más bien desapercibidas y que dan sentido al título de este artículo.

¿Por qué “Vida low-cost”? La respuesta la podría dar casi cualquier persona a la que se le pregunte cómo le va. Pero vayamos a los hechos. A principios de septiembre conocimos que en España hay un millón de personas trabajando en la economía sumergida. En b. Esto explica, en parte, que se esté manteniendo la paz social. También ofrece cierta perspectiva de la cantidad de gente que hoy se gana la vida en condiciones especialmente precarias. Recordemos que trabajar en negro no ofrece lujos ni ventajas; es un síntoma del estado de las cosas. No sabemos lo que ese millón de personas estará ganando de media, ni cuantas personas dependen de ellos, ni cómo estarán viviendo. En cualquier caso, la intuición no dice nada bueno. Por cierto, no hemos oído que el Gobierno esté especialmente preocupado por regular la situación laboral de ese millón de personas. ¿Será que ya está bien así? Es curioso ver como los gobernantes no están especialmente ocupados luchando contra la evasión fiscal mientras se emprenden reformas/recortes destinados a aliviar el déficit público. Amnistías aparte, claro.

Personas en riesgo pobreza y exclusión social en España, 2004-2011

Segunda noticia que debería haber recibido más atención y que nos habla de una vida low-cost a la que los españoles no nos queda más remedio que irnos acostumbrando: baja, por primera vez, la esperanza de vida. De 79,6 a 79,01 años en el caso de los hombres y de 84,97 a 84,72 en el de las mujeres. No había ocurrido desde que existe el registro. Pero así es la realidad; los españoles vivimos menos cuando todavía estamos en el tercer país del mundo con mejor sanidad pública por detrás de Suiza y Japón.

Si alguien pensaba que la combinación de recortes y devaluación interna no iba a dar como resultado un país más pobre, un país low-cost y un país más duro, estaba equivocado. ¿Si el modelo anterior no funcionó, y el modelo alemán no está funcionando, tendrá el Gobierno una hoja de ruta alternativa?

*Ya hemos empezado a generar empleo. Treinta-y-uno 


P.D.: Este verano también nos hemos reído mucho, y bien


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